Crónicas del relámpago



Crónicas del relámpago

Estuve por vos, con toda la sangre
Fui por ti
Crecí por todos y por mí
Mezclé experiencias sueños miedos alegría 
Compartimos la sed y el hambre
Fuego y silencio
Ahora los pasos se llevan la permanencia en el universo..........




El primer Peregrino de Huasco: así empezaron los viajes por él. El abismo con la mano abierta y el pecho rojo. El dios Jaivén, las casas rodantes, los volantines, chillos, rocas y sueños.
En memoria de mis padres.




He tomado las entrañas para crecer a través y junto a ustedes.
Eso nos forjó, el intercambio de estrellas y galaxias, la muestra constante de todo aquello que se mueve en cada universo.






La imagen del crecimiento continuo 
de la ruta extendida
en el confín supremo
de nuestra verdad








En el silencio perturbador de la existencia
la magia tras la puerta




Fue allí donde vi, donde soñé. En tierras que construíamos según el mapa de nuestro asombro. Con el poder aprendido del día y la noche.
Mi padre nos llevó en el primer viaje en una noche desierta que se aleja en el olvido. Llena de dunas y estrellas que se batían al ritmo de calamina y de las luces para despertar en una playa sin luz En espera del día siguiente, del amanecer constante criado en la piedra y en la ola. 
Led Zeppelin I, II, III y IV, Deep Purple con smoke on water nos acompañaba por esos días y del atún extraño modo trataba de entender por qué Kiss había llegado a la fama con I want you. Pero el dominante aún era la profunda huella del The Wall de Pink Floyd.



Jorge Salazar y sus historias de azules jeeps, camionetas toyota y majadas perdidas. 
Ese día llegamos de noche a una casa que siempre mantenía la parilla prendida. Tiempo después aprenderíamos que esa era el alma sostenible del lugar. La casa tenía una entrada que desembocaba en una terraza en altura. A un extremo la parilla. La terraza de mandera daba al living que se extendía distendidamente como un rectángulo. Muebles beige con una mesa de centro de mimbre blanco dominaban la escena. Abajo de la mesa de centro descansaban fotos y revistas. En la muralla, el mismo Jorge Salazar en uniforme de la marina chilena.



Esa noche, se abrieron piscos y cervezas, pero nosotros no tomábamos aún, por lo que el jugo fue la opción. Dos una casa rodante fue añadida a la que traíamos desde La Serena con nuestro Peugeot station azul metal. Junto a Salazar estaban los hermanos Callejas, dueños de la región, mineros empedernidos y afortunados: el Huaso y Homero. Quedamos maravillados con las historias pero aún más con la energía y alegría de nuestros anfitriones. Así, nos distribuimos esa misma noche en el auto y en dos camionetas Totoya Hilux 4x4 más el jeep de Salazar, un Land Cruiser y dos casas rodantes. Brillaban relojes, y dispositivos que indicaban inclinación u otras cosas fuera de mi alcance. Mientras saltábamos en las dunas las luces indicaban con cierta intermitencia el camino. Oscuridad plena interrumpida por esta columna luminosa y el sonido del radio. Dos grados oeste, pasado playa blanca, Donde los algueros, cambio. Va bien el Pegeout, cambio. Si viene con la casa aun, cambio....
En el camping estaríamos asistido por el mismisimo Rambo: Juan Veliz: 

Los chillos, la pesca de viejas, el mariscar y sacar erizos donde las corrientes rompen y deshacen la roca; la noche y la leña: palo negro y cacho cabra, el equilibrio al caminar y como contener la respiración correctamente en el buceo, fueron las enseñanzas de Veliz. Al atardecer, después de nuestro buceo diario (al menos 4 veces, sin traje de 30 minutos cada uno, proveniente de nuestro duro entrenamiento de veranos completos en la bahía de la Herradura, cueva del Loro años antes) salíamos a elevar volantinas sobre el mar. Volantines ocultos en la marea de Septiembre. Los buceos entre las rocas al vaivén de la marea, la búsqueda de leña las fogatas y los volantines cortados y recuperados del desierto en camioneta fueron el patrón a seguir. La gran hoguera con los algueros, la hija del Zulón, y sus dos hijas como sacada de cuentos: rubia alta de ojos celeste, morena alta de pelo ondulado ambas sirenas imposibles.



Silvio Salgamos de la Bahía?
Continuemos el viaje nosotros? Cómo podríamos hacerlo? Silvio: Fácil, cumplo 18 en un año y Victor tiene auto. Así comenzó la tradición.




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Silvio tomó el mando en carretera y Victor en el Desierto. Nos rebelamos y tomamos el rumbo en un falcón milenario. Nos llevamos las montañas y el deseo del imperio bajo el mar.  Por debajo de las puertas se cuela la arena y nos queda el erizo vivo en la lengua




La Tarde tranquila corre en el viento del planeta que descansa. La arena lleva la respiración del cangrejo y la sal del tiempo. 
Las manos se juntan para lavar el rostro con sus peces y esponjas

El silencio de la mano extendida entre las palabras

Alguero


Nunca encendí el fuego por el cual hablo
anunciando el regreso en medio del barro
como luces desiertas al borde del colapso
dónde está la puerta y sus escaleras? dónde la llave conduciendo a la memoria y su juego?
Un crujido de pasos turba el tiempo.
recorre los prejuicios desgarrados. Mi inicio desdibujado el sonido de los crustáceos
devorando mis párpados 
cada mañana cosecho guijarros. entumecidos en mis manos                                                                         
me dicen tu nombre. tanto tiempo borrado                                                                                                                                     
y el temblor en las voces
y el oscuro de los ojos
devorándome                                                                                               Silvio
la sal de mis manos penetra
mis rasgos
buscando la memoria de la muerte, que jadeando espera
buscando lo que debe ser reintentado, al borde del abismo
la marea y sus máscaras
mis grietas nombrándome

Nunca encendí aquel fuego, mirándome a los ojos
cielo cuajado en los gritos
dibujado en las alas de los pájaros. Fiebre del alga recogida
aquí los muelles borraron la partida, develaron los recuerdos
anunciando el pulso tardío, que tiembla en la niebla
en la estrella amarga que calla
cuando hablo
derritiéndose en la garganta, junto al metal del cigarro
                                                                                                             Lenguado
Entre las rocas descansas. Conjuros hechos frente al espejo
para traer tu imagen de vuelta, tus labios secos y amarillos
los peces de tus latidos
y sus océanos perdidos
tras las escaleras. Cuántos peldaños recogidos
cuántas manos estrechadas, y rostros contraídos en el grito
cuántas muertes en esta vida. Espejo roto derramado en las manos
mostrando el rostro único
desconfiado y viejo. Ido en la noche cargada de siluetas, 
que vuelven reclamando pasos
luminosos en las rocas
anunciando rostros en su altura petrificados
                                                                                       Jerguilla Reina
No comprendo al ojo que se cierra
a su espontáneas abejas,  cortado en trozos de hierba fresca
sepultado en amaneceres y danzas muertas, rasgando la tormenta después del relámpago
Después del relámpago no hay nada
no creo en el regreso apresurado
con su templo abierto  y moribundo árbol, alargando sus raíces al océano                                         
precipitado anhelo
no recordado
fuego incubado en el espacio del tacto, deshojando una rosa con su ritmo extraviado
marcando pasos plagados de luciérnagas
o mariposas que encierran su sombra
en el fuego. Mano cerrada cubriendo todas las montañas
dónde encuentro el agua de mis ojos
dónde el labio que recorrió mi pecho
cual libertad poseo
Azúcar derramada ante las invencibles hormigas, palpan el territorio devorado                                                
inaccesible  pan olvidado
bruma alada en la altura
sangre antigua y quebrada, pelícanos ebrios sobre la espuma
viento en el canto o el vino en su copa vacía
en el humo del último desgarro
brillo ausente
alga oscura en la roca
bosque en medio del tacto
frente a mis días y los de otro que partió
en otro tiempo
grito lleno de rabia y su melancolía
océano en el rostro extraviado
arritmia y cólera
cansancio lunar y vuelta al punto de partida
es el equinoccio prendido, bruma de piedra que gira y gira
espina a espina                                                                            Silvio
regresa en el tiempo
girando al ritmo de marítimas estrellas
dentro del licor infinito
de la tinta y sus tentáculos
dentro de las venas
todo gira
en la misma danza desierta
para detener al tiempo o presenciar el mecanismo del movimiento
para suavizar la costa
tendida en la muerte
sentada en el risco lleno de amaneceres
desdentada en las rocas
que azotan las olas                                                                   
para extraer la palabra y su secreto
azul sumergido
pez eclipsado y ambiguo                                           Victor







En el fracaso encontré agua
para mi jardín perdido
crecido en mis extremos                                                                 
con su centro de cuarzo y su voz delgada
arena en la escapada mirada
oscura llena de abejas
de regreso en regreso
con murallas crecidas en la espera
pintando mi sol desierto
y mi espalda seca. Ladridos en la colina
cerrando puertas
dónde guardo la nostalgia que heredaron mis vértebras
un reloj antiguo canta; olvidaste el silencio?
hundiendo mis ojos en los espinos
llenándose el viento entre los dedos
un pez muerto anuncia un camino
estalla en el pico de una gaviota
volando en círculos              
en la noche abierta. Sólo sé decir palabras amargas
envenenando su entorno
con su tela negra y su triste danza
con océanos petrificados en las manos
culminando el origen dormido
en su arquitectura oblicua
en su cemento extenso
vaivén de un eco habitado por costumbre
un ave sacude el sueño
llama al oído
resbalando un nombre
picotea los párpados hundidos en el cráneo
sacude inevitablemente los labios
brotando un bosque entre la lengua y el canto
las rocas no arrullan besos perdidos
abiertas nubes cosechan la noche
hirviendo palabras
manteniendo el llanto
forjado en la copa
mostrando el cuerpo helado
mas profundo que el fuego de tus cabellos
o la sed de tu espalda

La marea devuelve lo arrebatado
el pequeño barco de papel en su naufragio blanco
anzuelo engrifado en las llagas
arrancadas algas por olas ciegas
preparando el concierto dedicado
al solitario
ojos frio convergidos sudando temblando
mostrando el rumbo perdido
muriéndose clavados al silencio
meciendo al océano
rojiza luna, llena de multitudes
gritos y suaves vientos
lavando huesos y fortificando anhelos
una ausencia equivale a mil presencias
un lugar perdido en el niño muerto
homenajeado en los recuerdos
habitado por un vaso no bebido
bellezas desiertas cuando se cosechan en el espejo
sol negro que llama a sus hijos
descansan en la memoria
idos
quemados en la imagen
herida profunda en el destino
después que la arena danza
marcando pasos erráticos
en la marea.




                           CASR-Durvillea
Fotos: Huasco, playa los corretea. Verano de 1990


La Música acompañante había pasado a Led Zeppelin y U2 (Con Victor en Control de los agudos)







Volviendo, mirándonos al espejo: 
Como llegamos a abrir puertas, a transgredir el tiempo y espacio??


Vertiendo el futuro sobre el mundo 
colgando sueños y experiencias.



Pudieron ser muchas puertas, ventanas, corredores, océanos o campos.

Lo importante es que ellos también piden cruzar abismos.
La luna brilla de manera inusual robando toda sombra posible.

Todo lo que surge del vaivén de los pasos y de la superficie de las manos, todo eso que queda entre sílabas, en los suspiros olvidado en los besos.

es lo que damos.




Celebramos en la paso del tiempo y nuestro peso en el universo

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Son imágenes que se repiten en diferentes contextos con actores que juegan su rol y permanecen en nuestro mundo interno. Del algún modo se conserva el espíritu, transformando cualquier relieve



 cualquier cordillera o paisaje

caemos o no?
en este vaivén de planetas?
en el crujir de las rocas.




Cony

yurixxxx


 La propia existencia
dentro del sonido, todo está presente, todo me habla: las piedras, el mar, las rocas, las calles y murallas las puertas
las plantas y flores las abejas y su murmullo incandescente


 La última luna de gran tamaño Noviembre 2016. Roja interminable. Con sus pasos marcados en la columna.



 Mi propia Luna

El viento y los habitantes del sueño. en el tiempo 

Dentro y fuera del agua
(Jorge Buceo 1992?, Totoralillo)

 La trascendencia y el aroma de la continuidad

El cambio de imagen y de espacio pero es el mismo colapso, desde esa vez que la vi a ella entre los pájaros. Ahora el rio trae el murmullo y las risas de las reinas nuevas de la cordillera.....





Estamos ligados a nuestra historia, al presente que construimos y a un futuro que es consecuencia natural de nuestras uniones.

En la época del gran viaje, cuando decidimos salir y romper las fronteras, esa invisible cáscara y es que todos habíamos viajado lejos en épocas previas, pero nunca habíammos  sido nostros los responsables del viaje.
y entonces ese tiempo se fue mezclando con eventos-ancla importantes que marcaron pasos y definieron futuros viajes, convocando a otros a él. Uníendo pasos y esfuerzos para volar juntos.
Ciclos que se van cerrando y van dando paso a una extraña armonía que se determina con cada descición, con cada idea o sueño. Y de acuerdo a ese trayecto surgen figuras que ayudan al curso natural del destino forjado. Íconos que guian y señalan la ruta. 
En esa época se terminaba el nexo escolar, los sport days y talleres de artes. Desaparecían compañeros y compañeros de nuestras vidas (para mal o bien). Nos desligabámos de las guerras entre los eucaliptos y los matamonos. Las pichangas en la cancha central y la incertudembre de la nueva etapa crecía.


Rafael Guerra

Delaprida
 Epezaraíamos a disgregarnos como la arena en invierno o el mar en las rocas que golpea. En esa época nuestras decisiones comenzarían a tener más peso que antes.

Diario el día 1990


Luego vendría el primer huasco y muchos otros.....
 Luego otros seguerían nuestros pasos, así como nosotros ocupamos el espacio de alguien más.
La alegría es la misma, la incertidumbre y las ansias de volar






Ella se va y me deja una manazana para que la cuide
luego, no regresa y la manazana comienza a degradarse, el cielo avanza con sus nubes, sus formas y de pronto el tiempo se detiene..........tic tac tic tac es la semilla y el brote.


La música responde al entorno, a lo que nos sigue o nos señala. Nos define y forma como engranajes que giran juntos para formar el tiempo.
Un día Francisco dijo formemos una banda y un cuarto del curso quiso estar. Ese cuarto que se sentaba justo al fondo de la sala. Segundo medio. Con toda la influencia de Pink Floyd a cuestas.


Y surgieron las designaciones: Solo él y Christian sabían tocar el resto no. Yo tenía guitarra pero no bastó, se determinó que sería el batero. Pensé que sería entretenido pero complejo. 
El nombre de la banda: Red Brick, en clara alusión a nuestros ídolos del momento.
Francisco determinó que cada uno debía hacer una lista de títulos. Escribí varios y entonces se me encomendó escribir las letras de aquellos títulos. Nunca había escrito letras. 
Las letras vendrían, sonaba la sombra de mi padre en mi oído. 

Y las letras fueron escritas y las canciones surgieron desde el fondo de nuestra inocencia.















No existe otro bálsamo que cambie lo que se siente estar conectados a través del arte, crecer en él.



 RED 
BRICK



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