Friday, July 23, 2010

Sueño

La noche no fue fácil, el sueño fue arduo y corto
En él yo deambulaba bajo el oceáno. Las aguas eran de un cristal puro, sin ambargo, cercana a la superficie habitaban diminutos organismos. Al mover las aletas estos se dispersaban y la transparencia era absoluta. Me hacia recordar una piscina descuidada y tranquila, de color verde intermitente. El lugar estaba lleno de peces de colores y uno particularmente grande. Era de una azul fuerte pero oscuro con una llamativa mancha amarilla en el costado. Al mirar hacia la superficie te vi sentada al borde del muelle. Nuestra hija en un pequeño traje de neoprén jugaba de espaldas al mar. De pronto perdió el equilibrio y cayó en un lugar no profundo. Donde el mar acaricia las rocas y el resto de las estructuras del antiguo muelle, destruido durante una olvidada tormenta. Se ahoga gritastes, y saltastes de inmediato hacia ella. Yo llegué al instante y te dije calma, la diviso y voy por ella. Se ahoga gritastes. La saqué del fondo, estaba de espaldas, me miró asustada pero estable. Estaba bien. Cuando salimos del agua noté que tu pierna había sido mutilada por una de las rocas. Espantado exclamé: Tu pierna, donde está tu pierna. tu no respondistes y mirastes al horizonte. El corte era perfecto. Logré recuperarla y nos fuimos a la casa. Tu madre aguardaba, lloraba. Si creo que lloraba. Llamamos a un ambulancia. Preparé la tu bolso, busqué tu pierna, que se ponía negra. Limpiamos el muñón y esperamos las respuestas. Otra vez, en un hospital. Esta vez nos dijeron que habría que esperar, tal vez podrían conectarla denuevo. LLoré al saber que tal vez no podrías volver a ser feliz.
Al despertar me aseguré de todo había sido un sueño y que ni tú ni muestra pequeña habían sido presas de él.
A veces uno muere una infinidad de veces y la pérdida no es sólo el comienzo de una perspectiva distante.
Prometo no volver a dejarte al borde de ningún risco.

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